En el norte de México, en la zona de Mapimí, hay una extensión desértica que es conocida como la “zona del silencio”. Existe la creencia, de que en esta zona las transmisiones electromagnéticas no se propagan, las brújulas no apuntan al norte magnético, los encuentros con extraterrestres son frecuentes, y la flora y fauna presenta mutaciones.

Una de estas historias es el incidente de Ernesto y Josefina Díaz. El 13 de octubre de 1975 la pareja se montó en su pickup con destino la Zona de Silencio para recoger muestras de rocas y fósiles. Fueron sorprendidos por una tormenta que anegó el terreno, en el que se les quedó atascado el coche. Cuando estaban intentando liberarlo, dos seres muy altos y con chubasqueros amarillos se les acercaron. Les pidieron que se montasen en el coche mientras que ellos empujaban y consiguieron sacarlo con facilidad. Al mirar atrás, los seres ya no estaban.

Otras historias hablan de extrañas luces en el cielo, arbustos ardiendo y lluvia de fuego. También ayuda, que esta zona se encuentra en el mismo paralelo que el triángulo de las Bermudas, las pirámides de Giza, o las ciudades sagradas del Tíbet.

Categoria:

Deja tu comentario